La verdad es que esta Chinche la tengo como Oncopeltus miles, pero según los expertos, bien podría tratarse de su prima, la Oncopeltus fasciatus, que por fuera es casi igual. Para saberlo hay que revisarla más allá de lo que yo sé, con lupa, de modo que se queda así, con el debido aviso. Oncopeltus es, de todas maneras, el "apellido" es el que podría variar.
Como las Nezara, las ninfas de estas chinches también van cambiando a medida que crecen, aunque éstas mantienen siempre sus colores.
Estas chinches no se encuentran tan fácilmente, requieren de ciertas plantas de su gusto. En este caso, se hicieron su casa en una enredadera, cuya vaina de semillas se alcanza a apreciar en la foto. Dentro de ellas pusieron sus huevos y se ocultaron las ninfas mientras estaban pequeñitas. Son bastante dañinas para las plantas, y tuve que eliminarlas, aunque siempre se las arreglan para esconderse algunas cuantas.
Esta última, que posa sentada, es una Oncopeltus aún inmadura. Una adolescente, digamos.
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