Ichneumónido (Ichneumonidae). Un asesino cruel...


 Los Ichneumónidos son unos insectos -por regla general- bonitos y llamativos. Pero tienen un lado malo, su belleza es la belleza de la muerte. Todos los miembros de su familia, que es una familia numerosa y con muchos miembros aún desconocidos, tienen los mismos malos hábitos: son parásitos crueles.


Aunque los métodos pueden ser diferentes, todos ellos se valen de otros insectos o de sus larvas  para alimentar a sus propios hijos.  El de la foto, por ejemplo, deposita dentro del botón de una flor sus huevos, para que cuando la flor se abra, las pequeñas larvas se suban en los insectos que llegan a la flor, para luego parasitarlos, viviendo dentro de ellos y literalmente comiéndoselos por dentro. Cuando al fin los dejan. para establecerse en un lugar fijo, se convierten en pupas, de las que saldrán nuevos ichneumónidos. Cuando abandonan al huésped (el insecto dentro del que se encontraban), éste muere irremediablemente.

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Frigga Crocuta (Salticidae) Una inmigrante más...


 La araña salticida Frigga crocuta (Taczanowski, 1878) no es de nuestro país, pero se las arregló de alguna manera para bajar por el mapa hasta llegar a Chile. No está debidamente "registrada" como habitante de nuestra ciudad, pero es innegable que está aquí, ya que se la puede encontrar casi en cada plaza y jardín. Incluso se la puede encontrar a unos metros de la playa, donde vive tan bien como en el kilómetro 12, que es casi puro desierto.

Macho

Esta facilidad para adaptarse es lo malo que tiene. Malo, porque sin que nadie lo advierta -y sin que a nadie le importe- va desplazando a las salticidas que son propias de esta zona, la mayoría de las cuales ni siquiera se conocen.

Hembra oscura
Hembra clara
 Aunque el colorido de los machos casi no varía, el de las hembras sí, yendo de un color bastante oscuro cuando viven al sol, a uno claro, cuando viven a la sombra. Cualquiera puede encontrar y observar estas arañas, basta con un poco de paciencia. Se pueden encontrar en plantas rastreras, cerca del suelo, tanto como en arbustos de media altura.

Como todas las salticidas, cazan saltando sobre sus presas (preferentemente moscas), las que pueden ser hasta 4 o 5 veces más grandes que ellas. 


Su cortejo demora bastante, porque las hembras no se dejan convencer tan fácilmente por el primer macho bonito que pase...








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