Hyles annei, una mariposa que suele asustar a las personas, cuando se la encuentran de noche, y no a pocos cuando la ven de día.
Esto, por su gran tamaño, que la convierten en la segunda mariposa más grande de Chile (junto a las otras especies de esfíngidos presentes en el país).
Estas mariposas tiene un cuerpo fusiforme, grueso, grandes ojos, alas anteriores aguzadas y alas inferiores más pequeñas y coloreadas de rojo. Se les puede ver comúnmente alimentándose, al crepúsculo o en las noches, sin posarse, volando a la manera de los colibríes, con un batir de alas muy rápido, que les permite mantenerse suspendidas en el aire.
Cuando se posan, lo hacen con sus alas extendidas hacia atrás, con lo que forman una especie de triángulo, ocultando sus partes coloreadas (alas inferiores y abdomen).
Las larvas (cuncunas, orugas) de la Hyles annei son bastante grandes, muy coloridas, sobre un fondo negro. Levan en su parte posterior una especie de punta roja, que se yergue como un asta de bandera. Tanto el color como esa punta tienen como objeto el advertir, a sus posibles enemigos, que la larva es desagradable de comer. se supone que son muy amargas, y que este amargor proviene de alimentarse con hojas de plantas tóxicas, como algunas solanáceas y euforbiáceas.
La
pupa (crisálida) en que se encierra la larva, para su proceso de
metamorfosis en mariposa, es relativamente grande, de unos 5 o 6 cm, y
bastante más gruesa que un cigarrillo. Se oculta en la tierra,
generalmente bajo alguna roca, en un túnel que la larva excava
previamente.
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