Liorhyssus hyalinus (Fabricius, 1794) es un insecto Hemíptero, de aquellos a los que conocemos comúnmente como "chinches". Y chinches hay en una enorme cantidad, y de diversa condición y tamaño. Coinciden todos en una cosa: tienen un aparato chupador, que les permite alimentarse de líquidos. De las cincuenta mil y tantas especies de chinches que se conocen, algunas se alimentan exclusivamente de jugos vegetales, otras de jugos animales y unas cuantas de ambos. Entre las que succionan jugos animales están, por cierto, aquellas bien conocidas en las zonas rurales del país, como las chinches de cama y las vinchucas, que se alimentan de sangre. Pero son las menos.
La mayoría de las chinches se alimentan de los vegetales, siendo muchas de ellas consideradas por el hombre como plagas agrícolas. Lo cierto es que no es culpa de los insectos que los humanos les pongan, a libre disposición, grandes plantaciones de las plantas que ellos siempre comieron. La Liorhyssus hyalinus es una de estas plagas agrícolas en Sudamérica, ya que ataca los cultivos de quinoa en Perú, Bolivia y Argentina. Entiendo que acá en Chile también está ya haciendo de las suyas. Por esta razón, aunque es un insecto cosmopolita, asentado alrededor del mundo, por acá se le conoce como "chinche de la quinoa", porque puede causar grandes daños en los cultivos de ese cereal.
En nuestra ciudad, claro está, no pasa de ser un discreto habitante más. Y digo discreto porque su reducido tamaño y su facilidad para ocultarse entre el follaje la mantienen lejos de nuestros ojos, que, por lo demás, no suelen prestar atención a "esos bichos" que nos rodean. A lo sumo, si notamos su presencia, pensaremos que es una mosquita más. No mide más de 7 mm, y su forma es ligeramente ovalada, teniendo alas que van sobrepuestas al cuerpo. No las lleva cubiertas, como ocurre con otras especies de chinches, sino a la vista. Esas alas son transparentes, cosa que le dá el nombre a la especie (hyalinus significa translúcido). Las hembras, que son de mayor tamaño, suelen llevar unas pequeñas manchas coloridas a los costados del cuerpo, lo que permite diferenciarlas de los machos a simple vista.
A diferencia de las otras familias de chinches, las Liorhyssus carecen de una glándula del olor y por tanto no emiten un líquido con un olor desagradable cuando se les molesta.