El tiempo no pasa en vano, dicen. Y desde que subí fotos de una araña que suponía ser Anyphaenidae, no ha pasado poco.
Y en ese tiempo, he conseguido asegurarme que esas arañas lo eran. He conocido sus nidos, algo de sus costumbres, las he criado, en fin, que ya no necesito una voz oficial para que me confirme su identificación. Además, he conseguido mejores fotos.
Anyphaenida macho adulto |
Las Anifaénidas cazan -como ya había dicho antes- en el follaje. Raramente se las encuentra en el suelo, pero también es posible. Suelen recorrer rápidamente hojas y ramas, hasta dar con alguna presa. Me sorprendió (dicho sea de paso) ver a ésta capturar a una larva de mariposa. Tanto la araña -una hembra ya adulta- como la larva son pequeñitas, ya que ninguna Anifaénida es grande.
No conocía su método de caza, pues no es fácil verlas de día, pero a ésta la encontré al atardecer, y pude observarla: al encontrar la larva, la aseguró con unos cuantos hilos, cruzando por encima de ella y fijándolos por abajo de los pétalos de la flor, rápidamente por cierto. Luego la mordió, y después de unos cuantos segundos, la arrastró a un lugar más seguro.
No conocía su método de caza, pues no es fácil verlas de día, pero a ésta la encontré al atardecer, y pude observarla: al encontrar la larva, la aseguró con unos cuantos hilos, cruzando por encima de ella y fijándolos por abajo de los pétalos de la flor, rápidamente por cierto. Luego la mordió, y después de unos cuantos segundos, la arrastró a un lugar más seguro.
Las anifaénidas anidan entre las hojas, formando con su tela una especie de capullo, en el que se ocultan y en donde las hembras ocultan su ooteca (sus huevos, por decirlo más simplemente). Este nido puede estar entre el follaje verde o también en hojas secas. creo que esto podría depender de la especie, pero no tengo bases para asegurarlo. Cuando es en una hoja seca, la araña busca una hoja que esté enrollada sobre sí misma, de manera que le provee de un refugio. La cubre por dentro con tela, dejando sólo una pequeña puerta, la que se puede abrir y cerrar. El nido que encontré en follaje verde, en tanto, no tenía puerta, por eso supongo que son distintas especies de Anifaénida.
Nido en el interior de una hoja seca, al descubierto al desenrollar la hoja.
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Mismo nido, vista frontal. |
Finalmente, una Anyphaenida recién nacida, de una araña criada por mí. Difícil de llegar a ver una en libertad, ya que no sólo son muy pequeñas, sino que además se mantienen ocultas a nuestros ojos, como buenas fantasmas.
Una cosa que me entristeció es que estas arañas (como muchas otras) sólo pueden reproducirse una vez, de manera que la madre, después de poner los huevos y cuidarlos celosamente hasta que nacen las crías, no sobrevive más que unos días. Se muere.
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