Muchas cosas se dicen de esta araña, y ciertamente que gran parte de ellas es -si no falsa- al menos imprecisa.
Macho de L. laeta, costa de Antofagasta. |
Lo primero que yo diría es que la araña de rincón vive en la gran mayoría de las casas de nuestra ciudad, incluso en departamentos a varios pisos de altura. A esta costumbre de vivir tan cerca del ser humano, se le llama sinantropismo, siendo así la L. laeta una araña sinantrópica. Sin embargo, creo conveniente aclarar que la información, ampliamente difundida en internet, que dice que el hábitat de esta araña es las habitaciones humanas, es errónea. El hábitat de estas arañas es muy amplio y diverso, pudiendo encontrarlas en un amplio espectro de ambientes, que van desde los húmedos roqueríos de nuestra costa, a metros de la línea de la marea, hasta las quebradas de los secos cerros de nuestra región, bajo cuyas piedras es posible encontrar Loxosceles hasta una altura aproximada de 600 msnm. Ésos son los hábitats naturales de esta araña. Que haya encontrado un ambiente cómodo, seguro y agradable para vivir en nuestras casas, es otra cosa diferente. Eso se llama adaptación al medio.
La araña de rincón, así conocidas porque prefieren los lugares oscuros y rincones de nuestros hogares, es un arácnido perteneciente a la familia Sicariidae, la que comparte con las arañas Sicario (que mencionaremos en una próxima ocasión). Estas arañas son ciertamente de cuidado, porque revisten un riesgo que no podemos desconocer. El veneno de las Loxosceles, según ha podido comprobarse con el análisis de muchos casos, puede llegar a ser mortal para el ser humano.
Tela de araña de rincón, en un ambiente natural. |
El veneno de Loxosceles produce daño necrótico en la piel y tejidos (éstos se destruyen y descomponen), y en algunas ocasiones se extiende hasta los órganos internos, como los riñones. En esos casos, existe un gran riesgo de muerte de la persona afectada, pero estadísticamente se ha determinado que en un 80% de los casos el daño es sólo cutáneo o de los tejidos externos. Resulta importante el buscar asistencia médica pronto, porque aunque no existe en nuestros hospitales suero contra este veneno, y aun éste no es de real efectividad, se pueden recibir otros tratamientos para reducir sus efectos y minimizar el daño.
Macho de Loxosceles laeta, de color claro. |
En cuanto a la araña misma, podemos decir que es de tamaño más bien grande, pudiendo alcanzar, con las patas extendidas, los 30 mm. Es una araña de color café, si bien el tono puede variar mucho entre una araña y otra, dependiendo esto del lugar en que vivan. Si es muy oscuro y húmedo, el tono será muy oscuro, pudiendo llegar casi al negro. Si es un lugar seco e iluminado, el tono será mucho más claro.
Hembra adulta de L. laeta, muy oscura, por vivir en un sitio muy húmedo. |
En el prosoma (que así se llama lo que identificamos como tórax de la araña), presenta un dibujo que se asemeja a un violín, por lo que se les conoce también como "araña violinista". Este diseño a veces es perfectamente visible, pero en otras ocasiones casi no se nota.
Las Loxosceles tienen sólo 6 ojos, como todas las arañas de su Superfamilia, Scytodoidea, y a diferencia de la mayoría de las otras arañas, que tienen 8. Sus ojos se presentan en pares, y esto es una característica que ayuda también a identificarlas.
Distribución de los ojos (6). |
Si bien es cierto que debemos cuidarnos de ellas, e impedir en lo posible que vivan en el interior de la casa, no es tampoco necesario hacer fumigaciones o cosas como esa. Basta con mantener la casa limpia y ordenada, moviendo aún los muebles más pesados, cada cierto tiempo, ya que debajo o detrás de éstos es donde mejor y más seguras viven. Si se encuentra una araña Loxosceles adulta, dentro de la casa, lo más probable es que haya bastantes más, y es aconsejable hacer limpieza para eliminarlas.
L. laeta hembra, tonalidad intermedia, cazando de día. |
Otra cosa que se dice de las Loxosceles es que sólo cazan de noche. Esto no es tampoco completamente efectivo. Porque aunque es cierto que la luz les resulta molesta, si una Loxosceles está en su escondrijo, y ve pasar por en frente una araña u otra presa cualquiera, no dudará en salir velozmente y atacarla en forma fulminante, amparada en su gran velocidad, para luego arrastrarla a lugar seguro y comérsela.
Ah, y como última cosa, estas arañas no atacan a las personas, ni les saltan encima o cosa parecida., por lo que no hay razón para tenerles miedo, sólo se debe ser precavido. Son únicamente una araña más.
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Ah, y como última cosa, estas arañas no atacan a las personas, ni les saltan encima o cosa parecida., por lo que no hay razón para tenerles miedo, sólo se debe ser precavido. Son únicamente una araña más.
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